domingo, 24 de mayo de 2009

Rita preparada

INTERESANTE ARTICULO DE OPINION PUBLICADA EN EL DIARIO INFORMACION DE FRANCISCO SÁNCHEZ

Este es uno de esos artículos que a lo mejor no debo escribir, pero lo escribo. La libertad con la que uno se mueve te recomienda ser prudente, pero no ser ciego. A veces, es más inteligente ser callado y dócil para obtener recompensas, pero entonces no eres muy escritor. O eres escritor del régimen, y eso me produce sarpullido.

Este es uno de esos artículos que a lo mejor no debo escribir, pero lo escribo. La libertad con la que uno se mueve te recomienda ser prudente, pero no ser ciego. A veces, es más inteligente ser callado y dócil para obtener recompensas, pero entonces no eres muy escritor. O eres escritor del régimen, y eso me produce sarpullido.Al presidente Camps lo voté yo. Por eso me molesta esta retahíla de trajes prestados, pagados o alquilados en versión española subtitulada. La gente puede esperar que condenen a Camps, pero a mí eso no me mola. Porque mi voto estaría manchado. Y queramos o no, no es nada constructivo, ni edificante, ver a un responsable político enrejado o condenado. Tampoco interesa lo de imputado.A Paco Camps, le han regalado muchas cosas. A saber. Le regalaron ser concejal del Ayuntamiento de Valencia (se lo regaló Rita). Le regalaron ser diputado nacional y vicepresidente de las Cortes (se lo regaló Aznar). Le regalaron ser conseller (se lo regaló Zaplana). Le regalaron ser delegado del gobierno en Valencia (más regalo de Aznar). Y el regalazo no fueron los trajes bigotudos, fue que Zaplana le regalase el cargo de presidente de la Generalitat. Cuando sin ninguna experiencia u oficio demostrable te caen todos esos cargos, regalados, no aprendes algunas cosas. Por ejemplo, no aprendes a ser humilde. No aprendes a respetar a todos aquellos que, antes que tú, hicieron el partido grande en provincias. No aprendes que tienes que dar cuenta en las Cortes Valencianas de todo lo público y privado que te pasa. Porque los regalos hay que saber administrarlos. El tío Paco, hay que ver que recorrido tiene esa coletilla, no está aquí para que le regalen aplausos fáciles de coros preparados. No está aquí para creer que la Generalitat es él. La Comunidad Valenciana es mucho más importante que cualquiera de nosotros, tengamos el cargo que tengamos. No está aquí para esconderse detrás de un ejército maltrecho de vocecillas que le dicen lo bueno que es. Y tampoco está aquí para no decir la verdad. La que sea, pero la verdad. Al tío Paco, es muy posible, no lo van a condenar por lo de los trajes. Casi seguro que no. Y eso está bien. Pero está condenado políticamente. Y lo peor de todo, está condenado callejeramente. Y eso es lo que no va a aguantar. Porque podrán, sus compis de partido, organizarle "aplaudidores" varios para que se vea querido, pero ésa no es la fórmula. La gente no te tiene que querer porque en la calle te llamen "tío Paco" o te besen a la Suárez. "Menos besos, y votadme más", decía el magnífico presidente Adolfo Suárez. Pero, aunque le voten a raudales en las próximas elecciones, el problema es la credibilidad. Demasiadas cintas grabadoras van a salir. Demasiadas conversaciones no queridas, por nadie, van a ser, todavía, publicadas. Y a lo que dijeron en un principio de montaje y mentira, nos hemos estado desayunando con curitas, amiguitos del alma, regalitos de Navidad y compadreo indecente. No hay derecho. A que se filtren las cintas del sumario. Pero no hay derecho a que las conversaciones sean verdad. ¿Alguno de los campistas las cuestiona? Ha llegado la hora de pensar en la posibilidad de no hacer daño al partido, del que tantos viven, y de no hacer más pupa a la Comunidad Valenciana. Porque no es cierto que se haga daño hablando del caso de los trajes a la institución vía su presidente. Se hace más daño sin decir la verdad, y tomándose medida de los trajes en el Hotel Ritz. El daño lo dirá el electorado. O no. Porque la gente luego vota por el bolsillo. Y hasta es probable que no afecte a las expectativas de voto del populacho. Da igual. Lo importante habrá sido la indecencia de tener que pasar sonrojo, como alicantino, de tener un presidente que no da cuentas en el Parlamento en el que se le paga.A esta altura, cuando ya los que alababan a Camps hasta la náusea, están por lo bajini rajando del presidente, sólo queda la decisión. No se irá. A un político que le regalan todo, todos los cargos que ha lucido, sin tener que verse medido en una elección interna, no lo tira el partido que no lo votó. Especialmente, porque muchos de los que le tienen que decir que se aparte, viven de él. De su beneplácito. No lo quieren oír. Pero, Rita, alcaldesa, prepárate, que igual te necesitan. Igual.

SIN COMENTARIOS LO PUBLICA UNO QUE VOTO AL PP

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