La concejal de Educación del Ayuntamiento de Elche, la socialista Blanca González, criticó ayer que la Generalitat gaste 350.000 euros en uniformes escolares, al entender que "esa medida no pone freno al fracaso escolar". Según González, "resulta incomprensible que la Consejería de Educación haya reducido un 40% la partida destinada a los programas autonómicos creados para combatir el fracaso escolar", un recorte que ha dejado la dotación en 315.000 euros.
En este sentido, González censuró las políticas educativas promovidas por el Consell, al afirmar que, teniendo en cuenta el alto índice de "fracaso escolar", del 38,5% en la Comunidad Valenciana, "no se entiende esa inversión en uniformes".
Los uniformes se estrenaron en 2008 en 13 colegios de y en la actualidad visten a 25.000 escolares de 87 centros. "Es una nueva ocurrencia del consejero Alejandro Font de Mora, que en lugar de destinar ese dinero a la instalación de sistemas de calefacción, lo hace para un asunto intrascendente".
Más pan y menos manteles
ResponderEliminarAhora resulta que en materia escolar lo que, según la Conselleria de Educación, tiene ventajas psicoeducativas y mejora el clima de trabajo de los alumnos es el llevar uniforme, hablo de la escuela pública. Yo siempre he creído que lo que crea problemas psicoeducativos y empeora el clima de trabajo es el tener a los estudiantes escolarizados en barracones, pero no, es el no llevar uniforme lo que genera inconvenientes y contratiempos entre los educandos y no la carencia de los medios técnicos y materiales para que puedan éstos recibir un educación lo más completa posible. Ante este hecho la Conselleria de Educación ha destinado, para este curso, 350.000 euros para pagar los uniformes a 25.000 escolares. O sea, que los niños y niñas irán puestos de uniforme en algunos colegios públicos, pero carecerán de profesores de apoyo y de dependencias suficientes y aptas para poder tener la posibilidad de trabajar para aprender en condiciones óptimas, entre estas dependencias se encuentra la disponibilidad de contar con comedores escolares que al propio tiempo que cubren una necesidad formativa suponen un gran alivio para los padres en los que se da el caso de que ambos trabajan. Aquí en Elche, en algún colegio de la zona norte se tienen que trasladar decenas de niños de edad comprendido entre los 3 y 4 años a otros colegios de la zona para recibir el servicio de comedor con el consiguiente riesgo que supone sacar tantos niños a la calle, circulando a pie, en una zona donde el tráfico es muy intenso y puede ocurrir cualquier desgracia, a más de tener que soportar, por ese traslado, las inclemencias del tiempo. Y no digamos lo necesarios que son esos medios técnicos, profesores de apoyo, para combatir el fracaso escolar que en la Comunidad Valenciana es bastante elevado. No se me olvida la falta de dinero para que los institutos funcionen adecuadamente. En fin, creo que menos uniformes y más medios para que el rendimiento escolar sea más efectivo y productivo. En definitiva: más pan y menos manteles.
María José Romero Cortés.