La concejal afirma tras conversar 15 minutos con el regidor ilicitano que "soy concejal del PSOE y lo seré lo que queda de mandato"
La concejal del PSOE Ángeles Avilés decidió ayer hacerse visible, después de estar una semana ilocalizable y veinticuatro horas después de no acudir al pleno de presupuestos en el Ayuntamiento de Elche, pese a ser la responsable del área de Hacienda. La edil tuvo que acudir para firmar las nóminas de los trabajadores municipales y aceptó reunirse con el alcalde, Alejandro Soler, quien en los últimos días ha realizado todo tipo de gestiones para lograr contactar con Avilés.El encuentro se produjo en la Alcaldía ilicitana en torno a las 14:30 horas de ayer, fue cerrado el día anterior por el propio Soler con el esposo de la concejal a la que no hizo la menor gracia que se pudiera tomar testimonio gráfico de un encuentro que tuvo una duración de unos quince minutos. De lo hablado entre Soler y Avilés trascendió que el alcalde reprochó a la concejal que no hubiera acudido el lunes al pleno dando pábulo a las tesis sobre la presentación de una moción de censura en Elche. Por su parte, la concejal se quejó del comportamiento hacia ella de algunos concejales del equipo de gobierno del entorno del propio Soler y adujo no encontrarse bien de salud. El primer edil interpeló a Avilés sobre su posición y la concejal negó indirectamente que se pueda producir una moción de censura con su participación, invitando entonces Soler a Avilés a que aproveche las Navidades para recuperarse y retome su trabajo en enero como responsable de Hacienda. Al término del encuentro Ángeles Avilés salía de la Alcaldía ilicitana visiblemente afectada y nerviosa y manifestaba estar "constipada y sometida a una gran presión. Todos pasamos rachas y los últimos meses han sido de mucha presión. El trabajo con la confección del presupuesto ha sido más difícil que otras veces, por la situación de crisis, y estaba pasando por una etapa personal difícil". Sobre el hecho de no estar localizada estos días atrás la concejal indicó que "no me encontraba bien, necesitaba desconectar, tenía angustia y apagué mi teléfono. Espero recuperarme en lo que queda de fiestas. Si me hubiese encontrado bien, habría venido ayer al pleno".La concejal aseguró haber dado garantías de que no suscribirá una moción de censura. "El alcalde puede estar tranquilo, si es que tiene alguna preocupación. Soy concejal del PSOE y lo sigo siendo. Soy concejal del PSOE y lo seré lo que queda de mandato", afirmó.La responsable de Hacienda no ocultaba ayer el malestar que le produjo el día 13 de diciembre que el alcalde la dejara en la puerta de la reunión sobre presupuestos que mantuvo con cuatro representantes de Compromís. A la edil sólo se le llamó para que facilitara papeles, lo que causó sorpresa en los socios de gobierno. "Invitarme a sentarme no me invitó nadie. No se lo he comentado al alcalde, porque no. No hubiera estado mal que la teniente de alcalde de Hacienda hubiera estado". Avilés aseguró también que en la reunión de ayer con Soler no se habló de nada que tuviera relación con los despidos de su marido y del anterior jefe de Prensa, el pasado mes de septiembre.Pese a que Soler viene manteniendo en los últimos días reuniones, tanto con responsables del PSOE, como del PP para tratar de neutralizar una moción de censura en Elche, el alcalde afirmaba que "me remito a lo que he dicho estos días. La concejal sufría una enfermedad y lo único que hay son especulaciones alentadas por el PP y por otras personas. No tengo ningún motivo de desconfianza y no lo he tenido en ningún momento". Mientras Alejandro Soler proseguía ayer con las gestiones encaminadas a frustrar cualquier intento que se pueda realizar para arrebatarle la Alcaldía, en el PP se observaba un total mutismo y se ponía en evidencia que el contacto que casi a diario se había mantenido hasta ayer con la concejal Avilés había quedado repentinamente cortado.
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Avilés garantiza a Soler que mantendrá la disciplina socialista
El día después del pleno municipal de los presupuestos para 2009, con las ausencias de la concejal de Hacienda, María Ángeles Avilés, y del edil del PP, Emigdio Tormo, fue aún más intenso que la sesión plenaria. Durante toda la jornada la rumorología situó a Avilés fuera de Elche, en paradero desconocido. Hizo que los militantes y simpatizantes del PSOE llamaran a unos y a otros en busca de noticias. Transformó la visita de tres concejales de la oposición a una notaría para firmar una actuación judicial sobre un acuerdo municipal, en la preparación de una moción de censura contra Alejandro Soler. Señaló al propio Tormo como uno de los miembros del PP que se había negado a rubricar la hipotética moción, y provocó todo tipo de análisis de política-ficción recordando lo sucedido en ayuntamientos como Calpe y Dénia.
En medio de este maremagnum, los principales protagonistas de la película, María Ángeles Avilés y Alejandro Soler, se veían las caras en el despacho de alcaldía. La edil de Hacienda había acudido previamente a su concejalía con el fin de firmar toda la documentación que tenía pendiente, habida cuenta de que desde el lunes 15, por motivos de salud, no había podido acudir a su despacho.
De hecho, no pudo participar en la comisión de Hacienda del pasado miércoles 17, en la que se cumplimentó el trámite previo a la aprobación del presupuesto, y fue el portavoz del equipo de gobierno, Alejandro Pérez, el que se encargó de excusar su ausencia. «Me dolía todo el cuerpo, no me encontraba con fuerzas para acudir al pleno, y así lo comuniqué», aseguró ayer a La Verdad, María Ángeles Avilés.
Con el fin de acabar con los rumores que despertaron su ausencia del pleno del lunes, la edil garantizó a Alejandro Soler «que soy y seré concejal del PSOE durante todo el mandato, y que cumpliré con mi labor como lo he hecho siempre».
Del mismo modo, reiteró que «nadie ha venido a ofrecerme nada», con respecto a una hipotética participación en una moción de censura contra Alejandro Soler. Es más, insistió una y otra vez en que «no entro en ese juego».
Avilés reconoció sentirse «muy cansada» tanto física como psicológicamente por todo lo que había pasado en los últimos meses, pero quiso dejar claro que «me siento socialista».
Precisamente, muchos compañeros de partido consultados por este periódico, destacaron que «conociéndola», no veían a María Ángeles Avilés propiciando con su voto un cambio en la alcaldía de la ciudad, permitiendo que pasara a manos de la oposición.
Especulaciones del PP
El alcalde Alejandro Soler, por su parte, puso de manifiesto que «pese a las claras especulaciones que potencia fundamentalmente el Partido Popular, la concejal de Hacienda me había manifestado que estaba enferma, y por tanto no hay ningún motivo de preocupación especial. Todo el mundo tiene derecho a estar enfermo y es lo que ha ocurrido ahora. Por tanto, no hay que hacer caso de las insinuaciones del Partido Popular, que evidentemente son malintencionadas».
Achacó la situación que se había creado, «viene de seguir lo que aparece en los medios de comunicación, pero evidentemente cuando contrastas la información real, todo el mundo se tranquiliza y ve que no hay motivo de preocupación porque la situación del Ayuntamiento es estable».
Soler mandó un mensaje de tranquilidad tanto a los miembros del equipo de gobierno como de la Agrupación Socialista Ilicitana. Algunos habían intentando ponerse en contacto con Avilés durante el fin de semana, sin éxito y reconocían desconocer su paradero.
Precisamente, en declaraciones a Efe, Modesta Salazar, portavoz de la ejecutiva socialista, descartaba que existiera preocupación en el seno del partido. Aseguró que «no hay motivo para preocuparse de nada», en relación a posibles discrepancias internas que afectaran al equipo de gobierno local. Además, trasladó a María Ángeles Avilés su deseo de que se recupere pronto de su enfermedad.
Mientras tanto, en la oposición, su portavoz, Mercedes Alonso, desmentía cualquier intento de su grupo o de su partido por presentar una moción de censura, o de haber mantenido contactos con la edil de Hacienda. Hasta tres veces dijo a este periódico que «no hay nada de nada», señalando que no iba a hacer más declaraciones al respecto, y que sobre la ausencia de Emigdio Tormo de la sesión plenaria el lunes no había «ningún problema».
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Ripoll evita que una tránsfuga del PSPV dé la alcaldía de Elche al PP
El presidente provincial del PP, José Joaquín Ripoll, ha evitado que su partido se haga con la alcaldía de Elche, tercera ciudad de la Comunidad Valenciana con 220.000 habitantes, de la mano de una concejal tránsfuga del PSPV. María Ángeles Avilés, responsable del área de Hacienda del Ayuntamiento ilicitano, enfrentada al actual alcalde, Alejandro Soler, después de que éste destituyera a su marido como asesor del Ayuntamiento, estaba decidida a firmar la moción de censura que había preparado la portavoz del PP en el consistorio municipal, Mercedes Alonso.
Avilés no acudió al pleno municipal del pasado lunes en el que se aprobó el presupuesto gracias a la ausencia de Emigdio Tormo, concejal del PP alineado con el sector de Ripoll en el último congreso provincial, que acabó con la derrota del candidato auspiciado por el presidente de la Generalitat, Francisco Camps.
Mercedes Alonso, alineada con Camps, registró ayer ante notario el protocolo de la moción de censura como primer paso para desbancar al PSPV de la alcaldía. Para conseguirlo necesitaba 14 votos: 13 de su partido más uno de la tránsfuga. El problema surgió cuando Emigdio Tormo dijo que él no firmaba. Avilés se había quedado colgada de la brocha y se echó para atrás. La moción de censura tendrá que esperar; pero el alcalde de Elche tiene un serio problema porque parece claro que ha perdido la mayoría en el Ayuntamiento.
Desde la dirección provincial del PP se afirmó que la moción de censura en Elche sólo será posible "con el apoyo explícito del presidente nacional del partido, Mariano Rajoy". Esa misma fuente calificó de "bochornosa y ridícula" la decisión de Mercedes Alonso de registrar la moción de censura ante un notario, "sin contar antes con la firma de todos los concejales necesarios".
El intento del PP de desalojar al PSPV del gobierno de Elche recuerda en algunos aspectos a la moción de censura que en 1991 dio la alcaldía de Benidorm a Eduardo Zaplana. Ahora, María Ángeles Avilés, como entonces Maruja Sánchez, se encuentra ilocalizable desde hace dos semanas. En el PSPV aseguran que el voto a Mercedes Alonso tenía contrapartidas de carácter laboral.La socialista María Ángeles Avilés, concejal de Hacienda de Elche, rompió en la tarde de ayer su silencio de las dos últimas semanas y negó que haya mantenido ningún contacto con el Grupo Popular para impulsar una moción de censura contra el alcalde, Alejandro Soler. El mutismo de la edil y especialmente su ausencia, el lunes, en el pleno para aprobar los presupuestos alimentaron la hipótesis de que estuviera negociando con el PP el voto de censura.
"Esta misma mañana [ayer para el lector] he hablado con el alcalde y le he manifestado que seguiré como concejal socialista hasta el final de esta legislatura", aseveró Avilés. La edil señaló que trasladó sus disculpas al alcalde por el "revuelo" que había propiciado su ausencia del pleno. Avilés, no obstante, reconoció que lleva desde el pasado mes de septiembre "trabajando con mucha presión". "Y especialmente me duele la actitud de algunos concejales de mi propio grupo municipal" añadió. La edil subrayó que la gota que colmó el vaso fue cuando el alcalde la vetó en una reunión sobre los presupuesto municipales con su socio de gobierno, la concejal de Compromís, Ángeles Candela.
Según Avilés, el regidor Alejandro Soler aceptó sus explicaciones y le instó a que se "tome el tiempo necesario" para recuperarse. En la actualidad, Avilés se encuentra en su residencia de Altea. Mientras, el alcalde achacó en la mañana de ayer a "intereses exclusivos" del PP las noticias sobre una hipotética moción de censura en el Ayuntamiento de Elche y aseguró "estar muy tranquilo" sobre la gobernabilidad del Consistorio.
Las discrepancias entre María Ángeles Avilés y el alcalde Alejando Soler comenzaron cuando este destituyó como asesor a Juan Caballero, esposo de la concejal. Soler dio la baja al asesor tras pedir este el voto en blanco en una asamblea local, junto a otro militante socialista, Iván Aranda. Éste también fue destituido de su cargo de asesor por el mismo motivo.
Aranda fue uno de los hombres de confianza del antecesor de Soler en la alcaldía, el también socialista Diego Macià, en la actualidad presidente del Grupo Socialista en las Cortes Valenciana. Macià declinó ayer pronunciarse sobre una hipotética moción de censura a Soler. "No sé nada de esa cuestión, pero me extrañaría. No he hablado con Avilés desde hace dos semanas", explicó el dirigente socialista.
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YA DECÍA YO QUE ESO NO ME LO CREÍA ,LO QUE PASA ES QUE LOS DEL PP CON TAL DE GOBERNAR Y CON TODOS LOS MEDIOS QUE TIENEN SACARON TODA SU ARTILLERIA A LA CALLE Y ADELANTARON EL DÍA DE LOS INOCENTES
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