Que la salud es el bien más preciado, es algo que no por repetido deja de ser cierto. A cualquier ciudadano al que preguntemos responderá sin dudar un segundo que la salud es lo más importante. Sin ella todo lo demás carece de sentido.
Siendo así, debería ser la máxima prioridad de aquellos en quienes depositamos cada cuatro años nuestra confianza, para que gestionen nuestros impuestos. Nada más lejos de la realidad, desgraciadamente, en esta Comunidad. El gobierno del Partido Popular con el Sr. Camps al frente no parece verlo así. La sanidad valenciana está a la cola del resto de comunidades del Estado. Así lo evidencia por quinto año consecutivo el informe de la FAPDSP (Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública), informe elaborado con datos oficiales del Ministerio de Sanidad. Esto no es casual.
Desde el 2004 que se viene realizando el citado informe sólo un año, el 2007, hemos abandonado ese deshonroso último puesto para ser, eso sí, penúltimos sólo por delante de la Comunidad Murciana y es que las cosas no son producto de la casualidad y quizá en esto tenga bastante que ver que en los últimos seis años hemos sido la Comunidad que menos euros ha gastado por habitante en sanidad.
Para muestra un botón: este año la Comunidad Valenciana gastará 1158,63 euros por habitante en sanidad, muy lejos de los 1607,34 que se gastará el País Vasco, la que más gastó, pero también muy lejos de la Comunidad Extremeña que gastó 1580,84, siendo esta una de las Comunidades con menor renta per cápita de todo el Estado.
De todo lo expuesto la principal conclusión es que la sanidad pública no se encuentra entre las prioridades del gobierno del Sr. Camps. En los últimos años de bonanza económica, lejos de dedicarse a mejorar nuestra justicia, educación o sanidad, se han dedicado a grandes eventos como la Fórmula 1, (ciento once millones de euros), la Copa América (casi mil trescientos millones de euros), o a las obras faraónicas en la ciudad de Valencia donde se han invertido más de mil cien millones de euros. Sólo la Ciudad de las Artes y las Ciencias y el Ágora costaron casi ochocientos millones de euros.
Todo muy bonito, pero nada barato y las preguntas que cualquier ciudadano se hace ante tal derroche de poderío, solo lo mencionado asciende a más de 2.500 millones de euros, son: ¿nos lo podíamos permitir? ¿estaban nuestras necesidades básicas cubiertas? ¿disponíamos de la mejor sanidad posible? La respuesta es obvia y cualquiera de ustedes la ha padecido en sus carnes: camas en los pasillos, no en vano somos la Comunidad con menor número de camas por mil habitantes, 2,6, cuando la media nacional está en 3,5; las urgencias colapsadas con horas para ser atendidos, demoras diagnósticas muy por encima de lo razonable, centros de salud masificados donde los profesionales nos tienen que atender en un tiempo récord, quizá porque somos una de las Comunidades con menor número de médicos de atención primaria de España y así un largo etcétera de deficiencias.
Cada uno se gasta su dinero en lo que quiere y ellos han tenido claro en qué gastarse el nuestro.
Sus prioridades, está claro, no coinciden con las del resto de ciudadanos, quizá porque ellos sí tienen cubiertas sus necesidades básicas y ante un problema de salud, pueden recurrir a recursos que los demás no podemos. No vale mirar a otro lado ni excusar responsabilidades, y menos cuando se han gastado el dinero que tenían y el que no tenían... y disponen de totales competencias en sanidad desde hace mas de veinte años.
La salud no admite juegos, es el bien más preciado que tenemos las personas y los políticos deben resolverlo. Los hemos elegido para resolver nuestros problemas y la atención de la salud es uno de los más importantes. Se han dejado pasar épocas de vacas gordas que se podían haber utilizado para mejorar nuestra sanidad, pero se ha optado por el derroche y los fastos. Ahora solo queda mirar hacia delante y trabajar todos juntos para dar solución a los problemas de salud de los ciudadanos. No hagamos de esto un juego. Si la política tiene un sentido y sobre todo en esto lo tiene, es el de resolver los problemas de los ciudadanos, no el de crearlos.
FRANCISCO CARRASCO
PUBLICADO Y LEIDO EN Alicante - La Verdad
Por que a los Valencianos nos trata de esa manera la Generalitat, que no somos ciudadanos al igual que los del País Vasco o los Extremeños, para que dejen de invertir en nuestra salud de esa forma. Según las cifras dadas se invierten 448,71 euros menos por habitantes que los del País Vasco y 442,21 euros menos que los Extremeños . Todo esto equivale que contando que somos 5 millones de Valencianos que se han invertido 2243.550000 de euros menos que el País Vasco y 2111.050000 de euros menos que los Extremeños. Bueno y eso sin saber las cifras de otras comunidades. Si dijéramos que estamos saturados de centros hospitalarios, consultorios etc., pues otra cosa seria, pero si además somos los que menos camas en hospitales tenemos de España. Pero no pasa nada aquí todos calladitos y que nadie le tosa al señor con nombre de marca de detergentes que luego te hace una querella. Lo que NO tenemos que hacer es CALLARNOS, hay que pedirle explicaciones ya esta bien que nos tomen por tontos.
MFPS
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